¿Más Ghibli? Sí, más Ghibli.
Los que me sigáis desde hace tiempo ya tenéis que saber que cuando comencé con este blog me propuse la titánica tarea de reseñar todas las películas que ha realizado mi estudio danimación preferido. Y ahí seguimos… Ya vae n quedando menos, y hoy toca hablar de la más reciente de sus propuestas y quizás (esperemos que no) también la última. Omoide no Marnie (aún sin fecha prevista de estreno en España ¬¬) es sin duda una de mis películas preferidas del estudio de los últimos tiempos. La he disfrutado más que El viento se levanta, y mucho más que La colina de las amapolas y queArriety.
Desde Ponyo, que Ghibli no lograba emocionarme tanto ni lograba dejarme tan buen sabor de boca, sin tener ni una sola queja en contra del guión o algún personaje.
Quizás sea cuestión de temática y gustos, porque hay historias que nos llegan más que otras, y a mi esta me ha llegado especialmente, pero creo que también tiene que ver, en que es una historiaclásica de Ghibli, como las que hacían antes.
En las últimas películas de Miyazaki reconozco que noté al genio un poco en baja forma en cuanto al guión, que en alguna ocasión estiraba demasiado o jugaba con personajes que pecaban de ser excesivamente cursis. En cambio, aquí, primera película en la que no tenemos al gran genio a la cabeza, hemos podido ver una trama comedida, sin excesos, pero enormemente emotiva de la misma manera.
La historia gira en torno a una niña que es infeliz y otra que aún teniendo más razones para serlo logra sobreponerse e irradiar alegría, y de nuevo volvemos a encontrarnos con lasclaves del cine Ghibli, la lucha por la superación, el personaje femenino fuerte y luchador, la inmersión en la naturaleza, en la vida de campo… siempre más sana, más feliz…
Las claves son las mismas, y el espíritu clásico de Ghibli se mantiene, pero también se siente distinto. Esta es quizás una película bastante más triste y con un tono algo más oscuro de lo que suelen ser sus filmes costumbristas (como La colina de las amapolaso Susurros del corazón), en cierto sentido me ha llegado a recordar a Recuerdos del ayer .
Omoide no Marnie es una película sobre la amistad, la familia y el amor, pero sobretodo es una historia sobre la búsqueda de la felicidad, que siempre va ligada con el descubrimiento y la apreciación de uno mismo. Hay que saber quererse y valorarse para poder ser feliz, parece decirnos la película todo el rato.
A la vez la película juega en todo momento con el espectador, confundiéndolo, llevándolo del sueño a la realidad, de los recuerdos del pasado al presente, y conjuga fantasía con costumbrismo siempre con acierto.
Aunque hay varios personajes secundarios importantes, sin duda Anna y Marnie son las protagonistas absolutas de la historia. La trama se va desarrollando con ellas y vamos descubriendo poco a poco retazos de su pasado y también de sus caracteres más bien opuestos.
En los temas más técnicos como la banda sonora o la animación, como siempre, Ghibli acierta de pleno.Puede que la banda sonora no sea una de esas memorables pero encaja a la perfección con la historia… mientras que la animación es… bueno, es pura magia.
Hacía tiempo que no veía una película de Ghibli (¡Un año ya!), por lo que casi había olvidado la calidad a nivel artístico que desprende cada una de las escenas de sus películas. Como siempre, los escenarios logran dejarte sin respiración...
En conclusión, como podéis adivinar desde hace rato ya, Omoide no Marnie me ha encantado. Es una película preciosa, nostálgica y dulce cargada de esperanza y buenas intenciones. Distinta a lo que al estudio nos tiene acostumbrados, y a la vez igual.Una obra que he disfrutado muchísimo en lo personal, y que espero poder ver pronto en la gran pantalla. Después de verla nos queda también, eso sí, un saboragridulce al recordar lo parado que está el studio Ghibli en estos momentos...
