Pero olvidando todo lo que generó la película a su alrededor, si hablamos de la obra en sí, me parece, a día de hoy una buena película, y creo que durante mucho tiempo ha sido tratada de manera injusta. Hace ya bastante tiempo que tenía pendiente volver a ver Terramar, vi por primera vez esta película al poco de que se estrenase, pero recuerdo que la calidad de imagen y sonido era pésima y la historia me decepcionó terriblemente. Imagino que yo, como muchos, esperaba encontrarme otra obra maestra de Miyazaki, pero hay que tener en cuenta que Goro no es Hayao.

Porque tristemente, si Cuentos de Terramar es famosa, lo es por la de conflictos que trajo consigo. Por una parte, Ursula K. Lewin, la autora de la novela en la que se basa, renegó de la adaptación, y por otro, Hayao Miyazaki estuvo en constante desacuerdo con que fuera su hijo el que dirigiera esta película (por su falta de experiencia), lo que degeneró en multitud de discusiones y feos comentarios.

Quizás tenga que ver con que ese mundo que muestra tímidamente la historia, esas tierras de magos y dragones siempre me han fascinado. Tanto, que no he tardado en ponerme a leer la obra en la que está basada la película (llevaba en mi wishlist mil años y después de leer los primeros dos libros de la saga me he hecho súper fan, obviamente).
Si habláramos desde el punto de vista de adaptación, tendríamos que estar de acuerdo con Lewin que decía "Esta es tu película, no mi libro", pero vamos a hablar de la película en sí.
Cuentos de Terramar es una obra distinta a lo que nos tiene acostumbrado Ghibli, es una historia más oscura, algo pesimista y lúgubre. Apenas hay sentido del humor, luz, alegría y no logra transmitir esa amistad o amor como quizás debería, pero aún así es una historia muy interesante.

Por lo tanto, en mi opinión la trama en sí es suficientemente interesante, ya que llega a atraparte por completo teniendo un desenlace totalmente trepidante. Por otro lado la atmósfera que recrea, ese mundo plagado de magos, esclavos y salones enormes y tenebrosos consigue embaucar por completo al espectador.
Quizás el mayor problema de la historia sean unos personajes muy poco desarrollados y demasiado livianos, que no llegan a tener la profundidad que deberían.
También hay muchas cosas que se quedan a medias y que tan solo los lectores de las novelas comprenderán, pero aún así, esta película para mi merece mucho la pena.
La banda sonora me ha gustado especialmente, y la animación como siempre es un lujazo (me he enamorado de los escenarios de esa ciudad mágica por completo…).
Una película a fin de cuentas extraña para ser de Ghibli, interesante aunque tenga más acción que profundidad, denostada en exceso y que merece ser apreciada por lo que es, una historia de fantasía diferente y bien llevada.
Ahora bien, como adaptación hay que reconocer que no ha dado en el clavo precisamente, pero estamos hablando de la película en sí, ¿No? Y como película personalmente la he disfrutado mucho más de lo que esperaba.
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